Si hay una foto emblemática y con una carga simbólica sin par en el peronismo es la de Perón montado a caballo. Enmarcado en los festejos y conmemoración del Año SanMartiniano se realizó un desfile el 17 de agosto de 1950 encabezado por el Presidente Juan Domingo Perón con su caballo pinto, llamado Mancha.
Icónicamente no son pocas las fotos de Evita y Perón que definen una época y un estilo político, pero aquella que inmortalizó la cámara del matancero Antonio Perez, fue el póster eterno de unidades básicas y sindicatos.
Perón, amante de los animales tuvo en los perros y caballos grandes amigos. En su quinta de San Vicente hizo demoler la antigua casa y mandó construir un enorme chalé y una caballeriza donde alojó al famoso caballo.
También hay imágenes en revistas de la época donde se testimonia que lo uso para salto con obstáculos y otras actividades de equitación al homónimo del Mancha que con Gato cabalgaron el continente años antes en heroica travesía.
La raza del caballo era Appaloosa. Hubo caballerizas famosas con esta raza en San Nicolás, Buenos Aires, y en Salta, donde también se cuenta que en un ingenio salteño, supo tener ejemplares que fueron regalados por Peron y venían desde Cuba. También una anécdota de 1953 donde, ante la visita del Presidente, los militantes peronistas intentaron homenajearlo con un desfile con un Mancha local – pintado a brocha para la ocasión – pero que un aguacero inoportuno destiño al sufrido equino.
En el marco de su política de Estado en defensa de los equinos, el Presidente de la Nación Juan Domingo Perón, afirmó un 21 de septiembre de 1950 – conmemorando el día del caballo criollo -, con motivo de la donación de 100 caballos Criollos para montar el escuadrón Riobamba, que “no solo compromete mi más íntimo agradecimiento, sino inspira un motivo para la justiciera recordación, de esta noble raza, a los cuales confió el Gran Capitán D. José de San Martín la conducción del Ejército de los Andes.”
En aquella ocasión, el presidente Perón afirmó también: “he estampado en el libro del Regimiento que guarda los recuerdos de las visitas, la historia breve y sintética de un Caballo Criollo que, puede decirse, está en la Legión de los Héroes que formaron el Regimiento”.
Menos digno y más truculento es este dato: ¿Sabían que Perón prohibió por decreto la faena de caballos?
La matanza de caballos para ser comestibles tuvo su coto en 1974 donde el tres veces Presidente constitucional Juan Domingo Perón, amante de los caballos, mediante el decreto 1591 prohibió en todo el país la matanza para faenamiento de ganado equino, machos menores de 12 años y hembras menores de 15.
El Presidente Raúl Alfonsín amplió el alcance del decreto, pero en 1995, una ley del Congreso dejó sin efecto la última modificación hecha en época radical sobre el faenamiento de caballos.
La ley 24.525 impulsó el “consumo, fomento y desarrollo del ganado equino y sus subproductos”. Pero todavía seguía vigente el decreto 1591/74, con la restricción de la edad. Entonces un nuevo decreto menemista, el 874, de 1998, consiguió en la derogación del 1591… este Carlitos!
Avances y retrocesos en la defensa local de los animales lo tuvo, ciertamente, a Perón como un abanderado de su causa.
Ya en sus años de exilio en Puerta de Hierro rememoró un suceso en Italia cuando le ofrecieron en un restaurante bistec de caballo: “Nunca ofrezca usted a un argentino – le dijo al italiano del restaurante – carne de caballo. Es como si le ofreciera carne humana; porque, nosotros, que nacemos en el campo y vivimos con el caballo, tenemos un amor tan grande a este animal que, para nosotros, comer carne suya sería como un acto de antropofagia”.
El caballo de Juan Domingo se llamaba Mancha y la yegua de Evita, Esterlina”.
Fue sólo amor a primera vista entre Mancha y Perón? Quién lo sabrá, sólo son especulaciones.
La imagen de Perón con Mancha, se multiplica en este siglo XXI – cual imagen del Che vía Koda – en postales, posters, en las fantásticos y transgresores dibujos trazadas con nuevos criterios por Daniel Santoro y Rep, y en el caballo de calesita, blanco de pintas negras, rescatado en el Museo Evita.
Fuente: http://ow.ly/IAlE30dcVzR